La Realidad Virtual pasa a ser una nueva oportunidad de negocio y tendencia masiva a corto plazo
[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_single_image image=”2137″ border_color=”grey” img_link_large=”” img_link_target=”_self” img_size=”full”][vc_column_text]Alguien puede llegar a pensar que la Realidad Virtual (VR) está viviendo una segunda oportunidad, pero nada más lejos de la realidad, están en plena consolidación de su rentabilidad, y mejorando el producto tras su adopción por parte del mercado masivo como más adelante os contaré.[/vc_column_text][vc_column_text]
Dispositivos
[/vc_column_text][vc_column_text]Wearables de VR hay varios, pero el primero en marcar el camino a seguir fue la empresa Oculus con sus Oculus Rift. Este dispositivo móvil es un casco de realidad virtual que imita a la visión humana, logrando un efecto de inmersión que ofrece múltiples posibilidades, especialmente en lo relacionado con los videojuegos (para lo que fue concebido), pero que tiene un gran potencial en otros ámbitos de los que hablaré en este post. Posee una pantalla LCD de siete pulgadas que permite una visión de 90 grados y 110 en diagonal.
La empresa Oculus nació a través de una campaña de crowdfunding en Kickstarter en 2012 en la que consiguieron recaudar cuatro veces más de lo que necesitaban hasta llegar a los 2,4 millones de dólares. De hecho, fue tal la expectación que grandes players de la economía digital se fijaron en ella, y que Facebook materializó comprando la compañía en 2013 por 2.000 millones de dólares.