Mal usada, la IA Generativa reduce nuestras capacidades cognitivas
Un estudio desarrollado por investigadores del MIT concluye que la Inteligencia Artificial Generativa reduce nuestras capacidades cognitivas como la memoria, el razonamiento o la creatividad si no la utilizamos de forma adecuada.
El Estudio del MIT: Una Mirada en Profundidad
Este estudio, realizado con estudiantes universitarios a lo largo de cuatro meses, fue diseñado para observar las diferencias en el rendimiento y las capacidades cognitivas bajo distintas condiciones de uso de la IA. Los investigadores dividieron a los alumnos en tres grupos, a quienes se les asignó la misma tarea: desarrollar un ensayo o artículo de opinión propio sobre un tema específico.
- Un primer grupo tuvo la libertad (y la obligación) de utilizar Modelos de Lenguaje (LLM).
- Un segundo grupo pudo utilizar los motores de búsqueda tradicionales, tal y como estábamos acostumbrados antes de la explosión de la IA generativa.
- Y un tercer grupo, el control, no pudo utilizar ni IA ni motores de búsqueda; tuvieron que desarrollar su artículo de la manera más tradicional, con “folio en blanco y a escribir de puño y letra”.
Para medir los resultados, el estudio empleó diversas técnicas, incluyendo encefalogramas para evaluar la capacidad lingüística y entrevistas detalladas con los participantes. Lo que descubrieron me parece crucial para cualquiera que utilice o planee utilizar la IA en su trabajo.
El Coste Cognitivo y el Pensamiento Crítico
Una de las primeras y más impactantes conclusiones es que el uso de los modelos de lenguaje conlleva un “coste cognitivo”. Esto significa que se reduce nuestra inclinación a evaluar críticamente la información generada por la IA. Es un fenómeno que he observado y del que hemos hablado antes: con el tiempo, tendemos a olvidar que detrás de la interacción con un LLM hay un algoritmo, una máquina. Y al olvidar esto, le damos mayor veracidad a lo que nos dice, perdiendo esa capacidad crítica tan necesaria.
Además de la falta de evaluación crítica, el estudio señaló que, si bien las respuestas generadas por la IA podían sintetizar la información, eran “menos singulares”. Los trabajos presentaban estructuras muy similares, perdiendo los alumnos que la usaron capacidad de juicio independiente y de pensamiento lateral. Si la IA me lo da todo desarrollado, mi propia capacidad de pensar y juzgar se reduce drásticamente.
Otro hallazgo preocupante es que el “efecto cámara de eco” no desaparece con la IA. ¿Qué significa esto? Que nuestras ideas iniciales se ven reforzadas por el modelo de lenguaje, en lugar de ser cuestionadas. La IA generativa, al carecer de moralidad, valores o juicio crítico, simplemente refuerza lo que ya pensamos, sean nuestras ideas buenas o malas. Esto, para el desarrollo del pensamiento crítico, es un punto de debilidad enorme.
Impacto en la Memoria y las Conexiones Neuronales
El estudio también concluyó que el uso exclusivo de la IA generativa afecta negativamente la memoria. Los alumnos de este grupo mostraron una pérdida significativa en la capacidad para recordar y para citar correctamente sus propios ensayos. Si delegamos constantemente en un algoritmo que nos da todo lo que pedimos sin que tengamos que ejercitar nuestro juicio o pensamiento crítico, empezamos a dejar de recordar.
Esto es más profundo de lo que parece: la investigación también reveló una pérdida de capacidades cognitivas y de conexiones neuronales en el cerebro, medida a través del encefalograma. Parece ser que procesamos la información de una forma muy superficial, sin adentrarnos en ella profundamente. Y lo que es aún más revelador: a estos alumnos les costaba ver el contenido generado por la IA, incluso después de editarlo, como suyo propio. Esto es un punto clave en el desarrollo de habilidades a largo plazo.
La Deuda Cognitiva: Una Alerta a Largo Plazo
Quizás una de las conclusiones más importantes del estudio es el concepto de “deuda cognitiva”. Los investigadores demostraron que el grupo que utilizó la IA generativa postergó un esfuerzo cognitivo esencial. Tareas como pensar, estructurar, sintetizar, escribir y revisar, que son inherentes a la creación de un ensayo, fueron realizadas por la IA. Ese esfuerzo cognitivo no realizado en el momento se convierte en una deuda que más adelante tenemos que saldar. En otras palabras, “lo que no hiciste ahora, lo vas a tener que hacer más adelante”. Esto puede parecer obvio, pero ahora tenemos evidencia científica que demuestra que este esfuerzo cognitivo que delegamos en la tecnología nos pasa factura.
Incluso, al evaluar los ensayos finales, los profesores fueron “enseguida capaces de detectar” los trabajos del grupo de IA generativa. Los describieron como “trabajos sin alma”, carentes de singularidad, muy homogéneos. Esto me resuena mucho con lo que a veces vemos en redes sociales o blogs: contenido que parece generado “para el algoritmo” y que aporta poca o ninguna novedad, sin una voz auténtica.
Si quieres saber más, así como mi opinión personal, te dejo un vídeo: