Vengo a registrar el nacimiento de mi hijo.- Bien, su número de IP será…
[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_single_image image=”2055″ border_color=”grey” img_link_large=”” img_link_target=”_self” img_size=”600×415″][vc_column_text]Imaginaros la siguiente situación: Un padre que acaba de tener a su primer hijo en cualquier hospital del mundo dice en la oficina de registro:
“Hola, venía a registrar a mi hijo. Bien. Perfecto – dijo el chico detrás del cristal holográfico – Veamos el número de IP de su niño será el… ”
¿Qué pensáis? ¿Qué no lo veréis? Yo creo que sí. La evolución tecnológica y el desarrollo de la nueva economía digital es tal, que será necesario identificar la huella digital de una persona en la red de Internet.
Será como nuestro DNI, Documento Nacional de Identidad, pero sin ser nacional sino internacional, sin ser un documento porque será un código. Lo que sí que conservará será su función de identidad.
[/vc_column_text][vc_column_text]La nueva economía y el desarrollo digital, harán que las fronteras entre el mundo físico y el digital se deshagan, sin lugar a las dobles interpretaciones. Estaremos más seguros, pero como siempre, será a costa de nuestra libertad, o más bien, de nuestra privacidad.
En este nuevo contexto, se precisarán de todas las herramientas para registrar los movimientos que uno hace en la red, sin que puedan ser falseados. Con este número de identificación personal digital tendremos acceso a multitud de servicios personales, como por ejemplo, a nuestra nube privada en la red, en la que tendremos todo tipo de ficheros y documentos privados, y otros que nos obligarán a compartir con las distintas administraciones.
Además, con nuestra dirección de IP personal, también tendremos acceso a nuestros wallets digitales con dinero en todo tipo de divisas, ya sean en moneda tradicional impresa o en criptomonedas. Por cierto, tendremos que pensar en cambiar el dicho de “esconder el dinero debajo de un ladrillo” por “esconder el dinero tras un cortafuegos de moneda digital”.
Ya no tendremos un pin para acceder a nuestro dispositivo móvil, sino que quizás, Android o iOS sean dos sistemas operativos en la nube, los cuales ejecutaremos de forma personalizada en nuestros dispositivos gracias a esta IP personal e intransferible.
Pero no sólo la usaremos para comunicarnos con personas, sino también con todo tipo de cosas. La complejidad del Internet of Thing ha propiciado la necesidad del Big Data, del análisis de datos, y puede ser que otra de las revoluciones que traiga sea un registro de todas aquellas comunicaciones que hagamos con todo tipo de objetos inteligentes o smart.
¿Qué no te gusta todo esto? Ummmm…lo comprendo. A mí tampoco. Por cierto, esta ronda invito yo “Camarero, cárguelo todo a mi IP”. Hasta luego…[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]