[vc_row][vc_column][vc_column_text]Si algo tienen en común los emprendedores innovadores es que les gusta coleccionar ideas al igual que los niños coleccionan cochecitos.[/vc_column_text][vc_column_text]La creatividad como fuente
Imaginemos una historia en la que nacen dos gemelos y en su edad adulta se les plantea la solución creativa a un problema complejo y se les da un plazo de tiempo de varios meses. Uno de esos gemelos toma la decisión de encerrarse en su oficina para buscar la solución, mientras que el otro de ellos comparte el problema con diez amigos, se reúne con varias personas de áreas de conocimientos distintos, y realiza varios viajes. ¿Por quién apostarías que tendría la mejor solución? Si ya tienes tu respuesta estarás entonces de acuerdo conmigo que la creatividad no es don divino.
La creatividad es el resultado de ciertas habilidades cognitivas de la mente, pero por encima de todo, es el resultado de habilidades conductuales, es decir, del comportamiento. Y todos, repito, todos, podemos transformar nuestro comportamiento y, por tanto, reforzar nuestra creatividad.
Gracias a los estudios de personas brillantes como Daniel kanheman, se ha demostrado que nuestros comportamientos inciden en nuestra mente, y al revés, como incluso nuestra mente subconsciente incide en nuestros comportamientos. Por ejemplo, si fruncimos el ceño adrede, según varios estudios se demostró que la capacidad de concentración aumenta (comportamiento -> mente). De forma contraria, a un grupo de personas se les dividió en dos pequeños grupos. El grupo A visualizó una sería de vídeos en los que aparecían en mayor número personas mayores, y el grupo B visualizó vídeos en los que aparecían personas jóvenes. Con una excusa y en momentos distintos, a ambos grupos se les envió a otra sala al final de un largo pasillo y se comprobó que las personas del grupo A que visualizaron vídeos de personas mayores tardaron más tiempo en recorrer la misma distancia (mente -> comportamiento).
Además, si reforzamos nuestra creatividad estaremos reforzando nuestra capacidad de innovación, y si esto ocurre y eres empresario o emprendedor, estarás cimentando las bases de una empresa innovadora, pues las empresas son innovadoras no por definición, sino porque las personas que ocupan sus puestos directivos son innovadoras.
[/vc_column_text][vc_column_text]Técnicas y comportamientos que refuerzan nuestra creatividad
SCAMPER es un acrónimo acuñado por Alex Osborn y Bob Eberle, y consiste en una técnica de creatividad que consiste en abordar los problemas con una combinación de acciones como son: Sustituye, Combina, Adapta o Amplía, Minimiza o Modifica, Persigue otros usos, Elimina, Reorganiza o Revierte.
Si tratas de resolver un problema con la técnica SCAMPER, y lo haces de forma rutinaria, conseguirás transformar tu comportamiento a favor de la creatividad. Por supuesto la técnica SCAMPER no es la única forma de transformar tu comportamiento, hay otras técnicas como la asociación forzada, la creación de metáforas o la curiosidad que te refuerzan comportamientos a favor de la creatividad.
Además de técnicas hay comportamientos que nos acercan a la innovación y que son conocidos por todos, pero no por ello menos importantes. Estoy hablando por ejemplo de la continua búsqueda de romper con lo establecido: ¿Por qué las cosas son así? También estoy hablando de comportamientos como la capacidad de observación, la capacidad de hacer las preguntas correctas que sacien nuestra curiosidad, la creación de redes de contacto que enriquezcan nuestra experiencia, o la propia capacidad de experimentación. Todos estos comportamientos son capaces de reforzar nuestra creatividad.[/vc_column_text][vc_column_text]
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[/vc_column_text][vc_column_text]Los coleccionistas de ideas
La innovación rara vez es el resultado de una invención completamente nueva. Lo común es que la innovación sea el resultado de la combinación de elementos que ya existan en la actualidad bajo un enfoque distinto, y es en la frontera de lo tecnológicamente posible y en la intersección con otras ideas donde surgen las grandes ideas extravagantes, que bien trabajados pueden evolucionar a grandes ideas de negocio, ejecutadas gracias al coraje de algún emprendedor.
Dicho de otro modo, recopilar gran número de ideas de áreas de conocimiento distintos produce el mejor de los ecosistemas hacia la innovación. Thomas Edison guardó en su libreta más de trescientas ideas en el transcurso de su vida. Un gran emprendedor como Richard Branson es también un aficionado a guardar sus ideas esté donde esté.
Por tanto, emprendedores, empresarios o directivos, si buscáis empresas innovadoras, trabajad en primer lugar vuestras conductas para reforzad vuestra creatividad, y después coleccionar vuestras ideas de un modo que siempre estén accesibles, para después planificar de forma rutinaria un espacio de tiempo y un lugar en el que simplemente juguéis con ellas.
Si quieres saber más sobre todas estas cuestiones, te recomiendo sin lugar a dudas la lectura de la obra “El ADN del innovador”.[/vc_column_text][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=uKvfAJc3e_E&feature=youtu.be&t=23″ align=”center” title=”Sobre el poder de las ideas”][/vc_column][/vc_row]