[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”3054″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Los grandes líderes de éxito responsables del crecimiento de sus empresas expresan comportamientos similares de atención equilibrando su foco en los demás, interno y externo.
En los momentos de crecimiento empresarial, una de las principales tareas de los líderes es dirigir la atención sólo y exclusivamente al crecimiento. Ese talento depende de la capacidad de centrar la atención en el lugar y el momento adecuado para detectar las oportunidades y realidades emergentes, y así, aprovechar mejor las oportunidades que se nos presentan.
El liderazgo tiene mucho que ver con el punto de atención. Por tanto, un buen líder debe ser capaz primero de centrar su atención en el crecimiento, para luego atraer y dirigir la atención de los demás miembros del equipo hacia una atención colectiva al crecimiento. Si el líder se muestra disperso, el equipo se dispersará. Si esto pasara, el mismo hecho de reconocer la dispersión, será el primer paso para recuperar el foco.
Existen tres focos que deben ser atendidos y equilibrados par parte de los líderes más emprendedores para buscar y mantener excelentes estrategia de crecimiento para su empresa o Startup. Estos tres focos son los siguientes:
[/vc_column_text][vc_column_text]Foco interno
Los líderes bien enfocados deben saber interpretar los mensajes internos que su cuerpo les susurra. Esto no es fácil. La clave es la conciencia de uno mismo. Los líderes bien enfocados no dejan de hacer los que les dicta su corazón e intuición, de hecho, de alguna forma esos líderes ya saben en qué quieren convertirse antes de conseguirlo. Dos son las variedades de la atención que mayor importancia tiene para la autoconciencia: 1) la atención selectiva, aquella que nos permite concentrarnos en un objeto ignorando los demás, y 2) la atención abierta, que nos permite registrar la atención del mundo que nos rodea y atender a las sutiles pistas que nos proporciona.
Para trabajar el foco interno deberemos trabajar la metacognición, es decir, pensar sobre el pensamiento. Esta capacidad se entrena como cualquier otro músculo, en este caso, se fija la atención en un punto, y volvemos a él cada que advertimos que hemos desviado la atención. Esta capacidad es la base de la voluntad. Y es la voluntad la que nos permite estar centrados en nuestros objetivos.
A nivel de competitividad empresarial, cuando éstas buscan crecer también deben atender su foco interno. En este caso, en las empresas con grandes niveles de crecimiento, sus líderes no pueden dejar de prestar atención hacia el clima y la cultura de la organización. Se ha de crear una visión fuerte capaz de motivar a los trabajadores en el logro del crecimiento.
La clave es la explotación. La explotación consiste en desarrollar estrategias de perfección y aprendizaje en la mejora de ciertas capacidades que ya se poseen.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text]
Esta tarea de foco interno, a las empresas en fuerte crecimiento debe ocupar aproximadamente el 50% de su tiempo y dedicación.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Foco de los demás
Los líderes bien enfocados deben además prestar especial atención a los demás a través de la empatía, una poderosa capacidad que se ha de trabajar. Existen tres formas principales de empatía:
- Empatía cognitiva. Nos permite asumir la perspectiva de otras personas, entender su estado mental, y gestionar, al mismo tiempo, nuestras emociones, mientras valoramos las suyas.
- Empatía emocional. Nos permite conectar con otras personas hasta el punto de sentir lo mismo que están sintiendo y experimentar, en nuestro cuerpo, un eco de cualquier alegría o tristeza que estén experimentando.
- Preocupación empática. Nos lleva a ocuparnos de los demás y ayudarles, en el caso de que sea necesario.
A nivel de competitividad empresarial, se hace esencial para las empresas prestar atención a la competencia, a sus movimientos y mejores prácticas.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text]
Esta tarea de foco en los demás debe llevar a sus líderes el 25% de su dedicación.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Foco exterior
Los líderes bien enfocados al crecimiento, deben dirigir su atención en la información externa: Internet, los sentimientos de los clientes, los problemas de suministro, etc. En este caso la intuición es una de las mejores armas, teniendo en cuenta que la intuición funciona una vez introducido grandes cantidades de datos en nuestra mente (explorando, analizando y leyendo el mercado) junto a un gran nivel propio de experiencia.
Nuestras mentes no están hechas para entender los problemas complejos, pero los grandes líderes son capaces de advertir las reglas de complejos sistemas en los que nos hayamos y que no vemos como tal. Sistemas complejos en los que los efectos de un hecho, quizás no se manifiesten hasta pasados unos años. Se requiere por tanto la habilidad de detectar como los sistemas interactúan, y para ello es necesario una flexibilidad de atención que nos permite cerrar el foco de atención en los detalles, y a la vez, abrirlo para observar el comportamiento de los sistemas en su magnitud.
A nivel de competitividad empresarial les afecta el sistema completo en el que opera, es decir, desde las tendencias sociales más locales, hasta las inestabilidades de otros países aparentemente lejanos y desconectados.
Las empresas en crecimiento necesitan un estado de alerta que les permita divisar el horizonte en busca de indicios reveladores de oportunidades y amenazas. La clave en este caso es la exploración vista como es la investigación de alternativas innovadoras a lo que ya se tiene.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text]
Esta tarea de foco exterior, a las empresas en fuerte crecimiento debe ocupar aproximadamente el 25% de su tiempo y dedicación.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]CONCLUSIÓN
Como conclusión a estas ideas, otra reflexión: Las capacidades más valoradas por los líderes responsables de empresas en crecimiento son la empatía, la escucha activa, la autoconciencia de sus valores y su comunicación al resto de la empresa…en definitiva, grandes niveles de inteligencia emocional para trabajar el foco interno, creatividad para trabajar el foco exterior, e intuición para trabajar en los demás.
Recuerda que ser un buen líder no es ignorar las emociones, es atenderlas y saber responder adecuadamente.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]