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Radiografía de una mente analítica para la toma de decisiones

Según un estudio de IEBS Digital School, la capacidad analítica es la segunda de las competencias más demandadas por las empresas y no debería sorprender a nadie, ya que vivimos en una era donde destaca la automatización de todo tipo de tareas, donde la anarquía digital nos empuja a realizar acciones determinadas a modo de recomendaciones y donde existe una creciente tendencia hacia las fake news, entre otros.

¿Qué es la capacidad analítica? Consiste en tener una opinión propia razonada sobre cualquier tema, reflejo de las circunstancias observables, y alejada de todo tipo de creencias, ideologías y sesgos. Veamos el concepto en profundidad…

Tener un pensamiento crítico y analítico no es nada sencillo. Para entender esta dificultad tenemos que entender que nuestro cerebro, según autores expertos como Daniel kahneman, se divide en dos tipos de sistemas: 1) El Sistema 1 que es rápido e inconsciente que actúa de forma continua y, 2) El Sistema 2 que es lento y consciente, que realiza los pensamientos razonados y argumentados. El Sistema 1, por su rapidez tiene tendencia a pensar que si algo parece verdad entonces es lo que es, y si no hacemos ningún esfuerzo mental, no entrará en funcionamiento el Sistema 2 capaz de rebatir de forma razonada esa primera impresión. Esto no sería mayor problema si el cerebro humano, gran consumidor de energía de nuestro cuerpo, no fuera tan perezoso. El hecho de que en un suceso “todo encaje” nos lleva a pensar que sabemos la verdad del mismo sin detenernos a pensar en otras explicaciones posibles que son igual de plausibles.

Sino actuamos, es el Sistema 1 quién decide y es el Sistema 2 el que justifica dichas decisiones.

Esa forma de pensar casi automática, que no exige esfuerzo, es nuestra opción por omisión, pero con un poco de esfuerzo mental adicional, enseguida veremos como la primera opción cuenta con errores graves y fácilmente evitables. Este esfuerzo extra es el que nos confiere de una mente analítica propia y poderosa, pues no permite tomar decisiones más ajustadas a la realidad del contexto y las circunstancias con una probabilidad de acierto mayor. Es importante la palabra probabilidad, porque es una de las esencias de la mente analítica, donde nada es seguro o determinado, sino que refleja la enorme complejidad de la realidad.

El pensamiento crítico radica en el Sistema 2 de nuestro cerebro.

La buena noticia es que, como todas las competencias, pueden ser trabajadas para su desarrollo. A continuación, os detallo unas ideas sobre el proceso a seguir para la toma de decisiones de acuerdo a una mirada crítica, extraídas de la obra de Philip Teclock “Superpronosticadores”.

Fases del proceso analítico de toma de decisiones

A continuación, se muestra el proceso para mejorar vuestra competencia de análisis crítico en la toma de decisiones:

Fase 1: Mirada externa del problema

Toda toma de decisiones se toma sobre una predicción de futuro de que un suceso ocurra. Tomemos el siguiente ejemplo, para decidir sobre si aislar mejor del ruido mi apartamento lo podría hacer en función sobre la predicción de si mis vecinos se compraran un perro o no. La mayoría de la gente empezaría a pensar cómo son sus vecinas, una familia con un niño pequeño, pero esto es un error, hay que comenzar buscando una mirada desde afuera del problema.

Esa mirada desde afuera nos diría, haciendo unas búsquedas sencillas en Google, que el 24% de los españoles tiene un perro en casa, y a partir de ese dato, entonces sí, ajustar al alza o la baja según las condiciones particulares de mis vecinos. Ese 24% es la tase base, y es el dato de partida sobre el cual comenzar a trabajar en toda toma de decisiones. En caso de que la toma de decisiones sea sobre un suceso difícil de encontrar la tasa base, podemos sustituir el suceso por otro similar del que sí dispongamos de dicha información. Daniel Kahneman llamó sesgo ancla a esta tasa base.

Volviendo al Sistema 1 de nuestro cerebro, añadiré otro error adicional que comete de forma común. El Sistema 1 es rápido e inconsciente y toma gran parte de nuestras decisiones, hay que decir que este sistema es un enamorado del concepto y la lógica entre causa y efecto, pero es un retractor de la comprensión de la aleatoriedad, y la vida está llena de sucesos aleatorios. Un estudio de la sicóloga Ellen Langer demostró cómo a un grupo de personas que se les contó que habían acertado en mayor número de la media al suceso de lanzar una moneda al aire predijeron que seguirían acertando en la misma medida mejor que el resto. ¡Una moneda al aire! ¿Qué hay más aleatorio que esto?. Nos olvidamos de que la vida es aleatoria y no todo tiene un por qué, y esto nos impide una toma de decisiones correcta.

En referencia a la importancia de la aleatoriedad, a mis alumnos les digo que el éxito es talento más suerte, y que mucho éxito es mucho talento y mucha suerte (talento sería la suma de esfuerzo, conocimientos y competencias).

Fase 2: Mirada interna del problema

Una vez localizada la tasa base de ocurrencia de un suceso en general, el 24% de familias españolas con perro, entonces sí llega el momento de mirar el problema desde dentro. Así, si mi vecino fuese una sola mujer, aumentaría un 8% la probabilidad de que se compre un perro, si fuese una familia con dos hijos aumentaría el 24% con un solo 1%, y si fuese una pareja de abuelos los disminuiría con un 11% de posibilidades de que compraran un perro.

Es importante destacar que toda predicción es atraída por la poderosa fuerza de regresión a la media. Así, un golfista puede tener un enorme día de aciertas y bajar su par, pero lo más probable es que el día siguiente vuelva con mayor fuerza a su media de aciertos. Otro ejemplo lo vemos en empresas que un año como el de la pandemia en 2020 les ha supuesto unos beneficios enormes o un déficit como nunca antes, por suerte o desgracia, muchos de estas empresas han visto como en 2021 han vuelto a tener números más cercanos a su media de crecimiento.

Fase 3: Agregar muchas y diferentes perspectivas 

Si a una persona le pides adivinar el peso de un caballo será muy difícil que se acerque al peso real, pero si se lo pides a 100 personas diferentes, y haces la media, estarás muy, muy cerca del peso real. Es lo que se llama la sabiduría de la multitud y consiste en pedir opinión a varias personas sobre un suceso o una decisión, y no necesariamente hacer la media, sino ponderar el peso de sus opiniones según diferentes criterios y asumir variaciones a tu idea original. Hay personas que tienen este proceso tan trabajado que incluso realizan lo que se llama la sabiduría del interior, la capacidad de empatizar y meterse de lleno en distintos roles de personas con opiniones muy distintas según cada rol y tener una opinión diferente según cada rol, es lo que podemos denominar la sabiduría de la multitud interior. Las libélulas son de los insectos que mejor vista tienen, y lo es porque sus ojos están realmente formados por decenas de diminutos ojos, cada uno de ellos con una perspectiva diferente de la realidad observable, que luego es agrupada en una perspectiva permitiendo una visión más nítida y amplia de lo que le rodea. Tengamos ojos de libélula sobre los problemas en los que tengamos que tomar una decisión crítica.

Es importante destacar que la sabiduría de la multitud es enemiga del pensamiento grupal. Cuando un grupo de personas piensa en grupo, normalmente aparecen líderes de opinión que obstaculizan otras líneas de pensamiento en menor número, pero de gran valor que no suelen salir públicamente por miedo al rechazo de esas personas. Las peticiones de opinión de las personas analíticas suelen empezar “Dime que ves mal en esta idea…” o “¿Por qué rechazarías esta idea?” o “¿Qué ves que yo no veo en esta argumentación?”. De media, un buen proceso de sabiduría de la multitud logra un 23% más de aciertos.

En nuestro ejemplo de adivinar el peso de un caballo también es de gran utilidad agregar datos diferentes, como por ejemplo si sabemos cuánto pesa un caballo al nacer, o cuál es la vida media del caballo, o si sabemos el peso de una llegua o un burro de los que podemos hacer un cálculo de aproximación. Estos datos, que no son directos sobre el problema en cuestión pero que me ayudan a resolverlo, es lo que se denomina Datos Agregados.

Fase 4: Procesos de afinación y actualización continua

Pero el proceso no termina aquí, sino que la predicción de ocurrencia de un suceso para la toma de decisiones, ha de ser actualizada continuamente al igual que las circunstancias y el contexto que le rodea cambian continuamente. Si algo cambia, mi opinión ha de cambiar. Parece lógico, pero nos cuesta hacerlo, y más si hemos comentado públicamente esa primera opinión y tenemos cierta fama. Hay una correlación inversa entre la fama y los aciertos de nuestras predicciones y decisiones.

El Teorema de Bayes nos ayuda a realizar estas actualizaciones pues, sin entrar en temas matemáticas, Bayes dice que hay que acercarse gradualmente a la verdad a través del peso de las nuevas evidencias. Es decir, que hay una razón de verosimilitud, la probabilidad que ocurra algo nuevo, que modificará mi predicción anterior.

¿Cómo mejorar tu competencia analítica en tu día a día?

La capacidad analítica se observa en personas que podríamos llamar inteligentes, pero que como en toda competencia, no se nace con ella si no que se adquiere y desarrolla gracias a una serie de hábitos durante el transcurrir de la vida profesional y personal de cualquiera de nosotros. Estos hábitos, según Philip Tetlock, son los siguientes:

La imagen de portada de este post esconde un animal, haz trabajar tu mente para verlo, una vez conseguido, no podrás dejar de verlo. Lo mismo ocurre con el hábito de hacer trabajar tu mente para conseguir la capacidad analítica, una vez logrado, no podrás dejar de hacerlo.

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