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Informe Cotec 2017: la innovación, un problema crónico

[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”3410″ img_size=”full”][vc_column_text]Esta semana acaba de publicarse como todos los años el informe que realiza la Fundación COTEC sobre el estado de la innovación en España, y la noticia, que no novedad, es nuestro país tiene un problema serio y sin resolver que es la innovación, un problema que se ha vuelto crónico.[/vc_column_text][vc_column_text]

España es una excepción en Europa

[/vc_column_text][vc_column_text]Las buenas noticias en referencia al estado de la innovación en España son pocas, pero empezaré por una de ellas: “El año 2015 es el primero desde la crisis en el que hay un ligero incremento del gasto  en I+D“. Sin embargo, si ponemos este dato en relación al crecimiento del PIB de nuestro país vemos como las buenas noticias acaban para reflejar el hecho que, por quinto año consecutivo, la innovación en el conjunto de nuestra economía pierde peso una vez más.

Las empresas españolas bajan su participación en actividades de I+D, en especial las grandes empresas cuyo porcentaje se encuentra muy lejos de los números de nuestros vecinos europeos. Es importante destacar en este punto que España está a la cola en inversión de intangibles como capacidad tecnológica y capital humano.

En cuanto al número de patentes, España ocupa el lugar 24 de los 28 con 32 patentes al año por millón de habitantes, muy lejos de las 307 patentes de Alemania o  las 162 de Francia.

Como refleja el informe con estos y otros datos, mientras que en 2015 la inversión en I+D era en España un 10% inferior a periodos antes de la crisis, el resto de la Unión Europa tuvo un crecimiento del 25% con respecto al mismo periodo. España es una mala excepción en Europa en innovación, y si no se producen cambios urgentes, el papel de España en Europa será escaso, por no decir nulo.

A pesar de esto, y según el informe CEO Outlook 2017 de KPMG, 7 de cada 10 CEO reconocen la oportunidad de innovación gracias a la tecnología, es decir, que conocemos la necesidad pero no hacemos lo suficiente para atacarla.

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Venture Capital como fuente de innovación

[/vc_column_text][vc_column_text]Las fuentes de financiación de la innovación públicas y privadas son muy similares en cuanto al esfuerzo, situándose en 45% y 47% respectivamente. Si bien el esfuerzo del sector público es muy similar al de otros países de Europa, el peso de la financiación privada a la innovación es inferior.

Sin embargo, si nos centramos en el Venture Capital, en 2015 el volumen de inversión  en empresas tecnológicas se elevó notablemente respecto al año anterior alcanzado los 509 millones de euros, un 95% más. Este crecimiento se consolida como tendencia de inversión en empresas tecnológicas en estado de madurez tempranas, mientras que la inversión en empresas tradicionales se reduce.

Esto demuestra que el talento digital español está viviendo un momento de gran valor por su capacidad de entender cuáles son las nuevas necesidades del cliente, con un lenguaje natural que las grandes empresas aún son incapaces de pronunciar.

Es por esta razón, y otras, que proyectos de Open Innovation y Corporate Venturing están teniendo un fuerte crecimiento entre las grandes empresas, pues buscan la innovación y el talento existente en las Startups que ellos no tienen y no son capaces de generar. Echando un vistazo a la plataforma talentox.es podemos ver en los retos que publican las grandes empresas una muestra de esta tendencia.

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El reflejo del desequilibrio

[/vc_column_text][vc_column_text]España se vuelve a separar de Europa en un problema que empieza a ser de nuevo crónico: La cualificación de nuestra gente.

Un desequilibrio que podemos visualizar con forma de reloj de arena y que explico a continuación. La parte más baja del reloj sería el formado por los perfiles con un nivel de cualificación menor a la educación secundaria, que en España es del 34,21% y que dobla al porcentaje medio de Europa.

En la zona estrecha del reloj tenemos a los trabajadores con cualificación de educación secundaria postobligatoria con el 24% de la población, que es la mitad de la media europea.

Y por terminar, tenemos la zona alta del reloj que corresponde con los trabajadores de cualificación con titulaciones superiores con el 42% de la población, mayor que el 33% de media europea.

Esto hace que nuestros trabajadores de la zona baja, que son muchos, sean especialmente vulnerables ante la automatización que está por venir, y que nuestros trabajadores de mayor cualificación estén desarrollando actividades por debajo de su nivel para no tener que salir de España, y por tanto, no están evolucionando en conocimientos y capacidades al del resto de Europa.[/vc_column_text][vc_column_text]

CONCLUSIÓN

[/vc_column_text][vc_column_text]La conclusión es clara, y es que tenemos que cambiar por la vía urgente, y pensemos que sólo podremos obtener resultados distintos si hacemos acciones distintas. La cultura hacia la innovación es la clave, y es prioritario que sea prioridad de todos, de grandes y pequeñas empresas, de universidades y colegios, de administraciones públicas nacionales y locales. Hemos de buscar lo mejor para nosotros de forma individual, y a la vez, lo mejor para el colectivo de nuestra sociedad. Sólo de esta forma conseguiremos algo distinto, y quizás ese algo, sea mejor de lo que tenemos hoy.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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