Estamos acostumbrados a pensar que la creatividad es el resultado de la concentración y del conocimiento profundo de un tema, pero ¿es condición suficiente para ser creativos o necesitamos algo más?
La relación entre ideas, creatividad e innovación
En mis clases defino la innovación como la capacidad de crear algo nuevo con impacto positivo en la organización y/o en el mercado. Una de las principales fuentes de la innovación es la creatividad que es la capacidad de generar ideas inéditas. Por tanto, ya podemos intuir que una idea no es innovación, al igual que una persona creativa no es necesariamente una persona innovadora.
Innovación es crear algo nuevo con impacto positivo en la empresa o en el mercado
Pascual Parada
El origen de las ideas es un concepto que se ha estudiado mucho y sobre el que existen muchas y diversas teorías, pero existe un consenso en que las ideas no surgen de la nada sino que son la asociación de conceptos o conocimientos previos que surgen para resolver un problema. En ocasiones, una buena idea es buena porque ha dado lugar a otra mejor. Por eso, me gusta decir que las buenas ideas son aquellas de las que no sabemos definir bien quién las tuvo, porque la propio idea maduró.
Además, es importante hacer notar que no todas las buenas ideas llegan a realizar todo el recorrido hacia el éxito, y esto se debe que en el recorrido de una idea se implican varias personas: (1) el que tuvo la ida, (2) el que se dio cuenta de su transcendencia, y (3) el que convenció a los demás de su valor.
En mis conversaciones con emprendedores, hay algo que les molesta que les diga y es que las ideas no valen nada. Una idea no vale de nada sino se es capaz de madurarla, desarrollarla y generar innovación con ella. Por eso, cada vez que me piden firmar un acuerdo de confidencialidad para que me cuenten una idea de negocio, directamente les digo que no entiendo la confidencialidad en ese caso y que, de ser así, mejor dejamos nuestra conversación en ese punto.
Para tener idas profundas se necesita un conocimiento profundo sobre un tema
Yo sería incapaz de tener una buena idea sobre la generación de energía de forma autosuficiente, y no soy capaz porque no tengo los conocimientos necesarios sobre física, química, electromagnetismo o reacciones entre partículas.
Este es el problema que aparece cuando en entornos universitarios, en estudios relacionados con el ecosistema empresarial, les pedimos a los estudiantes que generen ideas sobre nuevos modelos de negocio. En la mayoría de los casos, las ideas que se generan son pocas y de escaso valor, y entonces, los profesores pensamos que las generaciones que nos siguen son poco creativas. No. Es un error. ¿Cómo les podemos pedir ideas si no tienen el conocimiento profundo necesario sobre ningún sector industrial ni sobre ninguna tecnología?
Es necesario por tanto, un periodo de conocimiento, atención y foco para llegar a entender realmente problemas que poder ser solucionados mediante una idea brillante. Sin conocimiento, no habrá ideas, o al menos, éstas no serán de un mínimo de relevancia.
Ahora bien, si dedicamos todo nuestro tiempo a trabajar con el foco y la atención en el tema de estudio, lo más probable es que no estemos permitiendo la entrada de nuevas ideas. Necesitamos hacer algo más.
Divagar mentalmente es clave para generar buenas ideas
Solemos tener un concepto equivocado de nuestro cerebro al creer que cuando no hacemos nada nuestro cerebro está inactivo. Nada más lejos de la realidad. Varios estudios, como los realizados por Marcus Raichle y Jonathan Smallwood, demostraron que cuando no hacemos nada en particular nuestro cerebro sigue trabajando aunque en otras áreas alejadas de la consciencia.
De esta forma se ha descubierto que cuanto más errante dejamos a nuestro cerebro, éste es capaz de realizar nuevas asociaciones entre las cosas lo que permite generar nuevas ideas. Parece como si nuestro cerebro estuviese preparado para trabajar en resolver temas y hacer que las cosas encajen. Según Nathan Spreng, profesor de neurología en la Universidad de McGill, “divagar mentalmente hace que se desplieguen unos cursos de pensamiento más extensos, lo que permite a su vez más asociaciones” y por tanto, más ideas.
Cuando les pregunto a mis alumnos sobre cómo trabajar una cultura de la innovación en una empresa, no suele haber entre sus contestaciones la idea de generar espacios de tiempo dentro de la propia empresa en los que no haya que hacer nada en particular, sólo divagar. Y, sin embargo, parece que sería una buena medida para favorecer una cultura creativa.
Dormir es un potenciador de las ideas
Cuando dormimos, de manera similar a la divagación, nuestro cerebro no está inactivo, sino que en él se producen varios fenómenos.
Uno de ellos es que se “limpia“, es decir, se inunda de una sustancia cerebroespinal que arrastra las sustancias tóxicas hacia el hígado para ser expulsadas. Otras de las cosas que ocurren en nuestro cerebro mientras duerme es que ordena y selecciona lo aprendido durante el día y lo almacena en regiones de memoria a largo plazo. Por tanto, dormir aumenta nuestra capacidad de memorizar.
Además, cuando dormimos, nuestro cerebro empieza a identificar conexiones y patrones de lo que hemos experimentado a lo largo del día. Recordemos lo que decíamos al inicio de que una idea no nace por iluminación divina (yo al menos no lo creo) sino que, tal y como nos dice la ciencia, nace de la asociación de dos elementos ya conocidos. Pues bien, podemos afirmar que cuando dormimos nuestro cerebro genera conexiones de lo aprendido y esto significa que: dormir bien y profundo aumenta nuestra creatividad.
Estoy seguro que te habrá pasado similar algo similar a lo siguiente: Has estado durante toda una semana trabajando sin descanso en un tema, con poco tiempo de sueño, y muy concentrado sin distracciones. Terminas el viernes y te dices a ti mismo: “Ya está bien, no he encontrado nada que me solucione ésto. El lunes será otro día”. Pero antes del lunes, justo cuando estabas paseando a tu perro, o montando en bici o simplemente paseando has dicho: “Wow, claro!!!! lo tengo!!!“. Esto te pasará siempre que seas capaz de dormir bien y que dejes a tu mente divagar lo suficiente.