Skip to content

2 Comments

  1. Luis Deza
    21 enero, 2014 @ 21:47

    Interesante modelo para cultivar la cultura de una organización. Concuerdo que las fortalezas de los fundadores o líderes de la organización son las bases sobre las cuales se construyen los valores del equipo. Sin embargo, estos fundamentos pueden cambiar conforme se desarrolla la persona y cambia de prioridades. Por ejemplo, la persona forma una familia y ésta pasa ser su primera prioridad. Otro cambio importante, es que la persona alcanza una situación económica alta y pierde el apetito y agresividad. Son casos que pueden suceder y se debe considerar en las proyecciones a mediano plazo.

  2. Pascual Parada
    22 enero, 2014 @ 11:48

    Hola Luis, gracias por dejar tus comentarios en el Blog.

    Como bien dices, la perpetuidad de la cultura es un tema complicado, sobre todo, tal y como indicas, porque los propios fundadores son personas y pueden cambiar sus prioridades (aunque no es lo más habitual). Como comento en el post, la mejor forma es cuidando mucho la contratación. Contratando personas que mi misma visión, habilidades y capacidades, que a largo plazo, soporten un rol de liderazgo.

    Sí, lo sé, esto no es fácil ¿Pero qué lo es?