[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”2851″ img_size=”600×368″ onclick=”img_link_large” img_link_target=”_blank”][vc_column_text]Las empresas en crecimiento entienden la estrategia como algo necesario sí, pero necesitan de herramientas y técnicas mucho más flexibles.
Si te preguntase por las razones del éxito de las metodologías Lean para la creación ágil de Startups, seguro que muchos de vosotros estaréis de acuerdo conmigo en que una de esas razones es su componente gráfico. Un ejemplo muy claro sobre esto es el CANVAS de Alex Osterwalder.
El CANVAS es una herramienta sencilla, que no simple, que nos permite reflexionar sobre todos los elementos de nuestro modelo de negocio de un sólo vistazo. Esto no es casualidad. El poder visualizar todos los elementos de forma simultánea hace que nuestra mente sea capaz de sintetizar, y además, de conectar ideas que con elementos separados nos resultaría muy difícil de conseguir.
Pero, ¿qué herramienta permite justamente esto?, y lo mas importante ¿lo podemos trasladar a toda la estrategia de una empresa? ¿Cómo? [/vc_column_text][vc_column_text]
¿qué herramienta permite justamente esto?
La mejor herramienta que tenemos hoy día para conectar ideas son los mapas mentales. Los mapas mentales (mindmapping) fueron desarrollados, en su origen, por el psicólogo británico Tony Buzan. En la actualidad, después de su evolución, representan una de las técnicas más avanzadas para potenciar la creatividad. Son especialmente útiles en las primeras fases de definición de nuevos productos o proyectos.
Los mapas mentales son una herramienta estratégica gráfica con la que organizamos las ideas a partir de un ítem central y desde la que se generan nuevas ideas acompañadas de otras imágenes asociadas y relacionadas con la idea central.[/vc_column_text][vc_column_text]
¿Podemos trasladar toda la estrategia de una empresa a un mapa mental?
Podríamos definir la estrategia como el plan para lograr la visión. Ese plan a su vez, se divide en líneas estratégicas, y éstas, en acciones operativas, y por no olvidar los procesos que son un conjunto de acciones transversales a todas las áreas de una empresa.
Si pensamos en la estrategia como un elemento estático y complejo, y con todos los elementos anteriores, es difícil pensar que el plan estratégico de una empresa quepa en un mapa mental.
Sin embargo, si nos fijamos en el pensamiento Lean, buscando la simplicidad y la síntexis, y entendiendo que la estrategia de una empresa no puede ser fija ni para 3 ni para 5 años, entonces ya podemos empezar a pensar en que sí puede ser que la estrategia de una compañía entre en un mapa mental, y que además, pueda que existan ventajas de este enfoque.
Es importante que sepas la importancia de imaginar a 5 años, y ejecutar a 90 días. Puedes leer este post más adelante, pero lo necesitarás.[/vc_column_text][vc_column_text]
¿Cómo hacerlo?
Veamos cómo poder resumir la estrategia, y dónde ubicar sus elementos siguiendo la técnica de mapas mentales:
Idea central
Todo mapa mental empieza con una idea central de la que saldrán las ramificaciones. La idea central debe contener toda tu estrategia en un sola frase. El ejemplo de IKEA te puede ayudar: “Muebles listos para armar”.
Además, es clave que encuentres un indicador que te muestre los avances para tu estrategia en una frase. Este indicador debe tener en el numerador datos como las ganancias, el margen, las ventas…y en el denominador algún elemento por unidad de medida como una licencia, paquete, cliente, o centro de negocio.
Primeras ramificaciones
De la idea central tienen que salir las siguientes ramificaciones
- Posicionamiento ante clientes.- Identifica qué palabras nos tienen que definir y de las que nos tenemos que hacer dueñas de ellas. Como “seguridad” es para volvo. Asocia una métrica para medir esto y define las acciones para los próximos 90 días.
- Espacio competitivo.- Este puede ser otro nodo de nuestro mapa mental que puede identificar en primer lugar porqué nos compran lo que hacemos, qué nos compran, quién y dónde. Vuelve a buscar otra métrica que te muestre los avances de este punto y define las acciones para los próximos 90 días.
- Diferenciación.- Busca tu elementos diferenciador, y escríbelo en el mapa mental. Identifica actividades para promover y proteger esta diferenciación. Vuelve a medir esto con alguna métrica. Una de las claves en este punto es encontrar pequeños monopolios temporales en el tiempo en los que seas el único. Vuelve a buscar otra métrica que te muestre los avances de este punto y define las acciones para los próximos 90 días.
- Visión.- Identifica cuáles son los valores de tu compañía, el propósito y el objetivo a largo plazo. Esta visión es la base de toda estrategia empresarial y debe ser compartida por todos.
Conexiones
Por último, vincula todas las métricas con la métrica global de la estrategia para ver si tiene sentido, y vincula todas las acciones operativas del plan con el plan estratégico de 90 días.
Es sencillo, pero te puede ayudar a alinear a toda la compañía hacia una ejecución rápida. En el programa de formación Growth Box Services de Tops Seeds Lab hablamos de todo esto y mucho mas.
Pruébalo!!![/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]