Las empresas que practican la innovación de forma recurrente están muertas pero aún no lo saben. La innovación es crucial para mantener la continuidad de toda empresa, y si no, analiza las empresas del SP500 en los últimos 25 años. La mitad de ellas ya no existen. ¿Qué es lo que falla? La innovación, sin duda. Si no cambias cuando todo lo que te rodea cambia, ya no aportas valor, y si no aportas valor desapareces.
De forma habitual las empresas buscan razones del fracaso de su innovación en la lentitud del lanzamiento de nuevos productos, en la falta de talento innovador, en las estructuras rígidas de sus organizaciones, etc. Pero se olvidan de un punto clave y ciego a la vez: La falta de seguridad psicológica de los mandos intermedios.
Un estudio a más de 1.160 directivos, reveló que la baja seguridad psicológica de los mandos intermedios no es un problema aislado, y genera un efecto dominó que mina la capacidad de innovar de toda la organización. La seguridad psicológica es la creencia de que uno no será castigado o humillado por admitir un error o plantear una preocupación. El estudio evidencia que la el miedo al error por castigo de los mandos intermedios produce un efecto cascada que reduce la capacidad de innovación de las empresas.
Wooow…El problema no es el talento, es el miedo que tiene ese talento ante el error, sin embargo, la innovación real requiere experimentación, y la experimentación requiere de errores y fracasos que luego se convertirán en aprendizajes.
Cuáles son los motivos principales que llevan a la baja seguridad psicológica: (1) El peso de la responsabilidad de los recién ascendidos; (2) La ilusión del perfección de los directivos (3) El aislamiento estructural entre compañeros. Y muchos otros.
Hay formas de revertirlo, pero eso será otra historia. De momento, sólo la reflexión nos permite hacer visible un problema invisible.
