Icono del sitio Pascual Parada

Big Tech: De innovadoras a coaccionar a la innovación.

Este año 2020 que hemos dejado atrás marca un hito importante en cuanto a la posición de EEUU, que no de Europa pues ya estaba en ese punto, ante las grandes tecnológicas, Google, Facebook, Amazon y Apple, y su dominio mundial en la economía digital.

Desde el enfoque del gobierno y legisladores de EEUU, se ha pasado del “dejar hacer” a las continuas demandas por violación de las leyes antimonopolio y libre competencia. Los motivos de este cambio son varios, pero podríamos decir que la posición de dominio y poder de las cuatro tecnológicas en la economía y en la sociedad digital como las búsquedas, las redes sociales y el ecommerce ha crecido de forma desmesurada hasta el punto de convertirse en grandes agentes persuasivos de opinión y manipulación social, gracias en parte, a la cantidad ingente de datos que controlan de todos nosotros.

Una de esas demandas pone el foco en la innovación, y es que un informe del congreso de los EEUU de este año condena por abuso de poder de las Big Tech para coaccionar la innovación de otras empresas.

En sus inicios, las cuatro empresas tecnológicas cambiaron las reglas de los sectores en los que entraron y marcaron la innovación durante décadas. Google cambio la forma en que nos relacionamos con la información de la red, y cambió radicalmente el modelo publicitario de la red. Por su parte, Facebook cambió la forma de comunicarnos. Las innovaciones de Apple son indiscutibles y grandes conocidas por todos. Y por último, Amazon ha cambiado para siempre el retail y el comportamiento humano ante las compras por Internet.

Sin embargo, en los últimos años se han dedicado más a la explotación que a la exploración, función clave para la innovación. Explotan el negocio digital que han creado hasta la extenuación con el fin de obtener el máximo rédito económico. Hasta aquí bien, esto es legítimo por cualquier organización empresarial.

El engaño y la ilegalidad vienen después.

Engaño: necesitan de una imagen de innovadores, y por ello nos “entretienen” con noticias sobre innovaciones disruptivas que precisan de años, como es el caso del vehículo autónomo de Google. Además, este tipo de innovaciones, en caso de ser factibles, ofrecen muchos más beneficios que posibles innovaciones incrementales y, por ello, se olvidan de la innovación incremental.

Ilegalidad: dichas innovaciones incrementales que las Big Tech rechazan de inicio, cuando aparecen por terceras empresas, las compran y las explotan sin incentivar su crecimiento y desarrollo, integrando únicamente la tecnología adquirida en sus plataformas, y sumando datos nuevos a sus gigantes bases de datos. Y eliminado, por supuesto, la libre competencia. Google está demandada por prácticas monopolísticas. Facebook acusada igualmente de monopolio tras la compra de Instagram y Whatsapp. Amazon acusada de competencia desleal por utilizar a su favor datos de empresas en su plataforma, y Apple acusada de filtrar apps en su Store según conveniencia.

Esta es la historia de cómo los grandes innovadores se han convertido en el freno de la innovación mundial. ¿Están nuestras esperanzas de innovación de nuevo en las startups?

Salir de la versión móvil