En un sorprendente desarrollo tecnológico en la industria audiovisual, hemos presenciado un caso reciente de sustitución de la voz de un actor de doblaje por una tecnología de inteligencia artificial generativa (#IAGenerativa). En esta ocasión, nos referimos a Miłogost Reczek, un popular actor de doblaje que lamentablemente falleció en 2021. Su inconfundible voz ha sido recreada utilizando la innovadora herramienta de inteligencia artificial conocida como #IA Respeecher. La empresa detrás del videojuego, CD PROJEKT RED, afirma contar con la aprobación de la familia de Reczek para este proyecto. Te dejo el link a la noticia completa aquí.
Este hecho plantea un profundo debate sobre la ética en la utilización de la imagen y la voz de una persona que ya no está entre nosotros. ¿Es moralmente aceptable que una persona continúe generando ingresos después de su fallecimiento? ¿Qué implicaciones tiene esto para la industria audiovisual y el futuro de la producción cinematográfica? ¿Podría la reciente huelga en la industria del cine en Estados Unidos ser solo el principio de un cambio profundo e insondable? ¿Cambiará esta tecnología la forma en que se llevan a cabo las grandes producciones cinematográficas? ¿Los estudios de cine aprovecharán la oportunidad de reducir costos al utilizar voces y cuerpos de personas que nunca existieron realmente?
Son preguntas que inundan el panorama actual, y aunque las respuestas aún no están claras, lo que sí sabemos es que hemos alcanzado un punto de inflexión estratégico en la industria audiovisual. Este término se refiere a un momento en el tiempo en el que surge una nueva fuerza disruptiva que cambia las reglas competitivas de toda una industria.
Los estudios de cine ahora cuentan con al menos diez veces más posibilidades de sustituir a un actor tradicional. Tienen nuevas formas de incorporar voces de personas que ya no están entre nosotros (¿recuerdas el famoso “Luke, yo soy tu padre”?), y disponen de innumerables maneras de crear escenarios irreales y futuristas. El mundo del cine, en definitiva, está experimentando una auténtica revolución gracias a la tecnología.
A este escenario se suma otro concepto crucial del ámbito de la estrategia empresarial: la destrucción creativa. Las empresas que logren adaptarse de manera efectiva y perfeccionar sus procesos de innovación sobrevivirán y encontrarán oportunidades de crecimiento en este nuevo entorno. En contraste, las que opten por no hacer nada, se verán superadas y reemplazadas por competidores más innovadores y dispuestos a abrazar las transformaciones tecnológicas.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿En qué grupo queremos estar? ¿Deseamos ser parte de los que se resisten al cambio y corren el riesgo de ser reemplazados, o preferimos ser innovadores, aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología y liderar el camino hacia una industria audiovisual más emocionante y sostenible?
La era de la inteligencia artificial está abriendo nuevas puertas en el mundo del cine y la televisión. La tecnología está demostrando su capacidad para revolucionar la industria y desafiar nuestras concepciones tradicionales. Es un momento emocionante y a la vez desconcertante para todos los actores de la industria, desde directores hasta productores, y debemos estar preparados para adaptarnos a este cambiante panorama.
Así, la sustitución de la voz de un actor de doblaje por la inteligencia artificial está generando un intenso debate ético y estratégico en la industria audiovisual. Este avance tecnológico representa un punto de inflexión que redefine las reglas competitivas y plantea desafíos sin precedentes. En este nuevo entorno, la destrucción creativa será la norma, y la capacidad de adaptación e innovación determinará quiénes prosperan y quiénes quedan atrás.
La pregunta final que todos debemos responder es cómo queremos ser recordados en esta era de transformación digital: ¿como los que se aferraron al pasado o como los que lideraron el futuro?
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