[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]No es nada fácil encontrar una idea de negocio que no se le haya ocurrido a nadie antes. Esto es por varias razones, pero de forma general, porque la gran mayoría de nosotros leemos las mismas noticias, escuchamos los mismos medios de comunicación, estudiamos lo mismo y vivimos en el mismo mundo.
Por lo tanto es muy habitual que a dos personas en el mundo se les puedan ocurrir la misma idea, en el mismo momento, sin que se conozcan de nada.
Os pongo un ejemplo que viví no hace mucho. Un día, danto clase a mis alumnos se me ocurrió lo que me pareció una brillante idea de algo nuevo. La idea se trataba de desarrollar una aplicación móvil (App) para cafeterías, para que los clientes pudieran elegir las canciones que se escuchan en dicho establecimiento a través de una lista que incluyera dicha App. Pues bien, cuando se me ocurrió llamé a un amigo de Barcelona para conocer su interés por la idea, y le gustó. Al cabo de unas semanas me vuelve a llamar diciéndome que acaban de presentar una idea similar a un concurso de emprendedores y que lo ha visto en las noticias. Mi amigo no me defraudó contando mi idea a otros, lo que simplemente pasó es que varias personas vimos la misma necesidad al mismo tiempo. Esto es más habitual de lo que podéis pensar.
Pensad en esto: “Las ideas no valen nada”. ¿Estáis de acuerdo? Lo estéis o no, yo lo defenderé. He visto grandes ideas que mal ejecutadas no han llegado a nada, y he visto por el contrario, ideas regulares, que bien ejecutadas se han convertido en verdaderos negocios de éxito.
Por tanto, si no estáis en sectores muy protegidos como la biotecnología, el farmacéutico, aeronáutico o similares en los que sí se puede proteger una idea, vuestra idea no valdrá nada si no la ponéis en marcha. Esto es la importancia relativa de las ideas.
Peter Drucker, gran gurú de la estrategia empresarial, ya decía: “El problema de las grandes ideas viene después, en el momento de llevarlas a cabo“.
Yo he llegado a la siguiente conclusión que os transmito a continuación: El éxito de los negocios lo podemos dividir de la siguiente forma:
- 5% del éxito dependerá de la idea
- El 90% del éxito dependerá de la ejecución (de las operaciones)
- Y por último, el 5% del éxito de un negocio dependerá de la suerte
Facebook no fue una gran idea, fue una brillante ejecución. La Nevera Roja, empresa española de éxito de comida a domicilio, tampoco fue una gran idea sino otra brillante ejecución.
Las ideas son sólo eso, ideas. Sin embargo una idea puede pasar a ser una idea de negocio si reflexionamos sobre ella de forma más profunda, buscando ideas similares en la red, o buscando formas de entrega de valor y monetización con potenciales clientes. Es en ese momento cuando tendrás una idea de negocio.
Lo que sí es importante es mantener una cultura creativa dentro de las organizaciones. Todas las empresas, al mismo nacer ya tienen escrita su fecha de caducidad, y si no hay evolución, este periodo se acorta de forma abrupta.
El siguiente paso a la idea de negocio sería el desarrollo de tu primer CANVAS, y las distintas pruebas con el PMV. Pero eso ya es otra historia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]