Josh Bersin, gran analista en recursos humanos, ha publicado un estudio en el que explora cómo la inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo laboral y las empresas poniendo el foco en la colaboración entre humanos y máquinas.
Un Supertrabajador o trabajador aumentado es un individuo que utiliza la IA para mejorar drásticamente su productividad, rendimiento y creatividad. La IA tiene el potencial de empoderar a todos a medida que se automatiza el trabajo rutinario, pero sólo algunos lo lograrán. La IA como potenciador, no como reemplazo.
“Estamos entrando en un año de cambios políticos, económicos y empresariales… Los directores ejecutivos están invirtiendo en IA buscando aumentar la productividad y los trabajadores piden formación para lograr sus objetivos“. Según el artículo, los cambios son evidentes y profundos, y las empresas dan señales de lo que necesitan y los empleados piden más formación. La inversión en tecnología es clara, pero no parece tan evidente la inversión en formación. En mi opinión esto es esencial: HAY QUE INVERTIR EN CAPACITACIÓN, Y NO VALE CUALQUIER COSA.
“En otras palabras, hemos dirigido nuestras empresas como si las personas fueran máquinas“. Esto ya no aporta valor en el contexto actual, y estoy de acuerdo según el autor, las máquinas que hagan el trabajo que las máquinas pueden hacer, y que las personas hagan un trabajo distinto y de mayor valor. Pero para lograr esto, el desafío no es implementar la IA, sino rediseñar los trabajos y los procesos empresariales en torno a ella. El éxito de la IA es un problema de personas, no de tecnología. HAY COSAS QUE NO CAMBIAN.
Según el artículo, el modelo de transformación de la IA presenta cuatro etapas: (1) Asistencia: La IA ayuda a mejorar la eficiencia en el trabajo actual; (2) Aumento: La IA automatiza tareas para aumentar la escala; (3) Reemplazo: La IA integra procesos para mejorar la productividad; (4) Autonomía: La IA gestiona procesos complejos, y las personas gestionan a Agentes de IA”.