[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”2889″ img_size=”full”][vc_column_text]Todas las empresas, por muy grande y poderoso que puedas llegar a ser, por todos los logros que puedas haber conseguido, por todo lo que hayas podido acumular, independientemente de esto, todas las empresas son presa fácil del declive.
Todas las empresas y Startups que conozco y conoceré han cometido en algún momento de su trayectoria empresarial errores de bulto. A algunos de ellos estos errores les ha llevado al hundimiento mientras que otros, muy pocos, han sabido sobreponerse buscando nuevos caminos al éxito.
Si esto es así, si antes o después nos tendremos que enfrentar ha momentos fatídicos próximos al declive empresarial ¿No te gustaría saber cómo detectar cuando nos acercamos a ese momento? ¿Se puede saber esto…?
A continuación te daré algunas pistas!
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Las cinco fases del declive
Jim Collins, uno de los mayores gurús del management empresarial, define cuáles son las fases del declive por las que pasan las empresas antes de su desaparición en su obra: “Empresas que caen, y por qué otras sobreviven“.
Cada una de estas fases son en sí mismas pistas muy poderosas que deben alertarnos del principio del declive de una empresa. Las cinco fases son las siguientes:
- LA ARROGANCIA NACIDA DEL ÉXITO. Esta fase empieza con la arrogancia de las empresas al considerar el éxito como un derecho adquirido.
- LA PERSECUCIÓN INDISCIPLINADA DEL ÉXITO. En esta fase las empresas se caracterizan por alejarse de aquello que les llevó al éxito, dando saltos en áreas que no controlan.
- LA NEGACIÓN DEL RIESGO Y EL PELIGRO. Es una fase de auto engaño en la que los directivos minimizan su visión de los riesgos, y aumentan de forma considerables los datos positivos.
- BÚSQUEDA DESESPERADA DE LA SALVACIÓN. En este caso, la empresa impone medidas estratégicas de urgencia improvisadas y no probadas anteriormente.
- CAPITULACIÓN: CONVERTIRTE EN INSIGNIFICANTE O MORIR. Estado de moral muy baja en la la motivación y pasión de algunos directivos hacen la diferencia entre renacer desde lo pequeño, o bien dejar morir la empresa.
[/vc_column_text][vc_column_text]Cada una de estas fases es en sí misma un indicador clave que nos puede ayudar a evitar el declive. Desde la arrogancia, pasando por el crecimiento descontrolado, la ignorancia de los riesgos, o medidas de urgencia no probadas, nos pueden servir de mucha ayuda para preguntarnos a nosotros mismos si estamos en esta situación.
¿Qué hacer si estamos en esta situación?
Ya sabemos solucionar el primer problema: detectar el declive. Esto que está muy bien es sólo el principio, pues una vez detectado el siguiente paso es adoptar las medidas necesarias y los comportamientos adecuados para superarlo.
Para esto no hay reglas escritas, pero el sentido común y la historia de aquellas empresas que han superados momentos críticos de quiebra nos dicen que existen algunas acciones que nos pueden ayudar a superar esos momentos:
- Haz cambios estratégicos apoyados en datos evidentes y medibles, y huye de medidas audaces pero no probadas.
- La compra de una compañía es pocas veces la solución a los problemas de otra.
- Pensar y reflexionar con calma antes de actuar.
- Seguramente no debamos cambiarlo todo. Hay que pensar que se está haciendo bien y que no. Los cambios radicales son muy pocas veces la solución a los problemas de una empresa.
- Centrarse en la ejecución y en la excelencia de la misma.
- Buscar una persona disciplinada para el cambio, de dentro o de fuera, pero que entienda el negocio y sea capaz de separa lo bueno de lo malo.
Como puedes ves, es mucha veces el sentido común nuestra mejor guía, y es justamente lo que nos falta en momentos de crisis. Aplica todos tus conocimientos de inteligencia emocional, y busca ser lo mas racional posible. De esta forma habrá esperanza.
Un saludo.
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