Actualizado a 19/11/2022
Una de las lecciones que hemos de aprender de la última crisis económica es que hay periodos de tiempo en los que la competencia entre empresas, y los líderes que las dirigen, son capaces de crear contextos de confianza excesiva que favorecen el riesgo.
Muy probablemente hayáis vivido situaciones como las que os voy a contar: “Tu jefe más inmediato a ti acaba de poner una reunión urgente en la que se va a debatir un tema importante. El máximo responsable plantea la cuestión y da paso a cada uno de los asistentes a la reunión para expresar su opinión. Si la opinión de los primeros es positiva y seguidora de la opinión del jefe, dará igual que el resto hable, pues ya se habrán contaminado de esa opinión. El caso es que te llega un momento de lucidez en el que ves que la conversación a desvariado, y que el resto de asistentes están dando por verdad evidencias que no lo son, y ves además cómo se van animando unos a otros en un círculo vicioso sin salida. Todos juntos han construido una historia coherente, y le han otorgado la calificación de verdadera”.
Esto lo he vivido como vosotros, y existe una herramienta que puede evitar el fatal desenlace, aunque como toda herramienta no es infalible. Se trata del análisis pre mortem de Gary Klein, investigador en temas de sicología y famoso por su libro “El poder de la intuición”.
Análisis PRE MORTEM
Cuando ocurre la situación detallada anteriormente, todos los asistentes se ven afectados por una gran emoción, y por tanto, se ven afectados igualmente por una pérdida de su capacidad de razonamiento. Y eso es justamente el objetivo del Análisis PRE MORTEM.
El procedimiento es bastante sencillo. Lo utilicé no hace mucho en una de mis sesiones de consultoría de estrategia con una mediana empresa. Consiste en lo siguiente: cuando una empresa ha tomado una decisión, pero aún no ha sido ejecutada, Klein propone que un grupo de personas conocedoras de la decisión se reúnan y se les pida reflexionar sobre lo siguiente: “Imaginemos que ha transcurrido un año. Habíamos ejecutado la decisión con un plan tal y como ahora lo conocemos. El resultado fue un desastre. Tómense 5 o 10 minutos para escribir de forma personal cual ha sido la historia del desastre”. El análisis pre-mortem consiste, por tanto, en hacer un ejercicio que consiste en hacer que grupos directivos imaginen las razones por las que un proyecto en el que están trabajando sea un fracaso rotundo al cabo de unos años.
Sólo el hecho de pedirle a las personas una reflexión individual sobre tal situación de fracaso, hace llevar la decisión a la parte de la razón de nuestra mente, fuera de los errores de nuestro cerebro más emocional.
Gary Klein decía que años d einvestigación demostraban que los pre-mortem, al buscar los elementos débiles, evitaban que los equipos directivos se refugiaran en el pensamiento grupal y evitaran citar posibles causas del fracaso por miedo a la represalia de algún compañero. Para completar, según Daniel Kahneman, psicólogo y Premio Nobel de economía, el pre-mortem tiene dos ventajas principales: frena el pensamiento grupal que afecta a los equipos en la toma de decisiones, y libera la imaginación de los participantes.
Otra ventaja es sin duda que elimina a los participantes de la presión de parecer ir en contra del líder, pues se les pide expresamente que generen dudas sobre la decisión que se plantea. No se les pide un juicio, sino que busquen posibles causas de fracaso.
“Un buen pre-mortem es la mejor manera de evitar un pronto post-mortem”. Gary Klein.
En ocasiones, el pre-mortem nos llevará a ver las reglas como una barrera o como la consecuencia directa del fracaso. Me refiero a esas reglas a veces no escritas, a reglas informarles del tipo “esto siempre se ha hecho así”. Son esas reglas las que hay un buen pre-mortem ha de buscar y eliminar.
“Aprende las reglas como un profesional, para entonces poder romperlas como un artista”. Pablo Picasso.
Siempre parece probable que a alguien se le ocurra un peligro no detectado ¿no?
Seguimos!!