La universidad no te garantiza el éxito, pero tampoco te aleja de él
[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”3421″ img_size=”full”][vc_column_text]Nada te puede garantizar el éxito, ni la universidad ni el emprendimiento, tú actitud y tu pasión serán tu única garantía.[/vc_column_text][vc_column_text]
La noticia
[/vc_column_text][vc_column_text]El diario digital El Confidencial publicaba la siguiente noticia: “El español de 20 años al que un millonario de Silicon Valley paga por no volver a estudiar”.
La persona española a la que hace referencia es Jorge Izquierdo, un emprendedor español de menos de 20 años con un proyecto denominado Aragon que a través de la tecnología blockchain, la misma tecnología utilizada por la criptomoneda Bitcoin, busca crear un sistema estandarizado de gestión empresarial a nivel de tareas y procesos para crear organizaciones descentralizadas.
Por otro lado, el millonario al que hace referencia la noticia no es otro que Peter Thiel, uno de los fundadores de PayPal, y que hace unos años invirtió 500k dólares en Facebook obteniendo un rendimiento brutal a dicha inversión, con una fortuna cercana a los 2.700 millones de dólares. Uno de los conceptos de estrategia que más me ha gustado en los últimos años es el de monopolios temporales de Peter Thiel, detallado en su libro “De cero a uno“.
Siguiendo la noticia, y en referencia a “no pagar por volver a estudiar”, se trata de unas becas del propio Peter Thiel llamadas Thiel Fellowship con las que incentiva con 100.000 dólares a jóvenes emprendedores para perseverar en su proyecto, y con la sugerencia de que no pierdan el tiempo en la Universidad y que se pongan a crear. Y esta sugerencia es la que inicia el debate.
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Ámbito de conocimiento dual
[/vc_column_text][vc_column_text]Antes de iniciar el debate, decir que desarrollo actividades en ambos bandos. He sido y soy empresario, realizando acciones dirigidas hacia Startups para ayudarles a crecer, y otras acciones hacia grandes empresas para captar talento e innovar a través de las Startups (Corporate Venturing).
Además, soy profesor asociado de la Universidad de Castilla – La Mancha en el Grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) en las asignaturas de Dirección Estratégica y Dirección de Operaciones.[/vc_column_text][vc_column_text]
La Universidad no es garantía de éxito
[/vc_column_text][vc_column_text]El debate surge por la recomendación que Peter Thiel hace a los emprendedores que él mismo beca, una recomendación de no entrar en la universidad si reciben su beca, o incluso de abandonarla si ya está en ella. Thiel argumenta esta idea en la importancia de crear cuanto antes, y no perder el tiempo en las aulas.
En el trabajo con mis alumnos no siento en ellos una vocación por el emprendimiento, ni siquiera una vocación por lo que estudian, sino lo que siento es en muchas ocasiones son dudas, las dudas que los alumnos tienen sobre si habrán elegido lo mejor para un futuro laboral incierto. También veo desmotivación y desgana, y sin embargo creo que de forma opuesta, buscan un objetivo a lo que dedicar su fuerza.
Como profesor, me cuesta mucho transmitir pasión por crear, por emprender, por entender, por arriesgar. Y aunque me entrego, creo que tanto ellos como yo sabemos que la Universidad no es una garantía de éxito. Pero ¿la universidad tiene que responder al éxito?, creo que no, creo que nuestro rol es ofrecer conocimientos, y sobre todo competencias, y esto creo que sí lo hacemos, y aunque no garantice el éxito, sí que suma para conseguirlo. Por tanto, la Universidad no te garantiza el éxito, pero tampoco te aleja de él.
Por cierto, ¿Alguien sabe de algo que garantice el éxito? ¿Podríamos definir el éxito como algo general, o más bien es particular para cada uno?
Hay proyectos en EEUU que tratan de mezclar universidad y emprendimiento como es el caso de la Singularity University, una universidad en la que sólo entran alumnos que ya han creado su propio proyecto empresarial. Un tema interesante que habrá que seguir de cerca.[/vc_column_text][vc_column_text]
El perfil del emprendedor español
[/vc_column_text][vc_column_text]En un reciente estudio organizado por el Spain Startup Summit, el perfil del emprendedor español es una persona de 34 años de media, con estudios universitarios en el 97% de las ocasiones, de las que el 47% de esos estudios está relacionado con alguna ingeniería.
Esto lo que nos dices que es que nuestros universitarios no salen preparados para emprender, y que tras los estudios de Grado y Máster se introducen en el mercado laboral, y una vez que conocen las reglas del mercado, del sector y del negocio, emprenden sus propios proyectos empresariales.
Estos datos también nos transmiten la idea de que la universidad en España juega un papel quizás no determinante, pero si importante.[/vc_column_text][vc_column_text]
Ecosistema de emprendimiento
[/vc_column_text][vc_column_text]Quizás el peso de la universidad en España sea mayor porque aún no tenemos un ecosistema de emprendimiento maduro. Tenemos proyectos de incubación importante y en proceso de consolidación, disponemos de aceleradoras ganando terreno y posición en Europa y en otros territorios como Wayra, Conector, SeedRocket y otros, además, empezamos a tener importantes Venture Builder desde las que poner en marcha ideas con grandes equipos de trabajo. También disponemos de las mejores escuelas de negocios a nivel mundial, como IEBS Business School con formación de valor en metodologías, tecnologías y emprendimiento.
Sin embargo, nos falta cultura hacia el error y el riesgo, nos falta financiación y nos falta quizás también visión y ambición.
Este ecosistema en países como EEUU está mucho más maduro, y sin conocer bien los detalles, entiendo que es posible formarse y capacitarse de forma completa a través del ecosistema, y por ello, la visión que tienen de la universidad esté menos valorada.[/vc_column_text][vc_column_text]
Conclusión final
[/vc_column_text][vc_column_text]No comparto la recomendación de Peter Thiel de abandonar la universidad en contextos y países como el nuestro en los que el propio ecosistema no es capaz de formar o conducir al éxito. Defiendo además la tesis de que antes de emprender un proyecto en un mercado, es esencial conocerlo desde dentro, y para esto, nada mejor que trabajar en él. Y para trabajar en él tendremos que superar ciertos criterios de selección en los que los estudios universitarios serán de gran valor.
Sin embargo, también creo en las excepciones, en personas capaces de hacer cosas increíbles gracias a su actitud y pasión. Pero también os digo, que alrededor de estas personas siempre hay un equipo preparado, formado y capacitado.
Nada te puede garantizar el éxito, ni la universidad ni el emprendimiento, tú actitud y tu pasión serán tu única garantía.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
José Miguel Méndez
29 agosto, 2017 @ 19:43
Estoy básicamente de acuerdo con Pascual Parada en este artículo. En primer lugar, quisiera agradecer al autor la labor divulgativa que ha realizado, y sigue realizando, en materias como la estrategia empresarial en el entorno digital. Llevo un tiempo siguiendo este blog, y me parece muy interesante.
En cuanto al tema que nos ocupa, es bien cierto que no se puede comparar el ecosistema de emprendimiento en EE. UU. con el de España. En nuestro país sigue teniendo gran peso en la formación de nuestros jóvenes la universidad pública. Y, ni mucho menos, podemos despreciar los conocimientos que esta institución aporta a la sociedad. Pero también es cierto, que en materia de emprendimiento la universidad pública española ofrece poco.
Nuestra universidad tiene una dilatada tradición de formar excelentes funcionarios. Entre otros motivos, por que sus profesores son funcionarios, o aspiran a serlo en el futuro. Y por tanto, sus competencias y esfuerzos van en esa dirección, y es lo que enseñan a sus alumnos.
La situación en EE. UU. es totalmente distinta. Hay una larga lista de grandes emprendedores de este país que en su día abandonaron la universidad, como por ejemplo Bill Gates o Steve Jobs, por que consideraban que los conocimientos que estaban adquiriendo no eran esenciales para lo que querian hacer en un futuro. No obstante, si es cierto que en este país los estudios empresariales, tanto en los universidades públicas como en las privadas, están mucho más enfocadas al emprendimiento y al desarrollo de competencias para la iniciativa empresarial.
Pascual Parada
30 agosto, 2017 @ 9:11
Hola Jose Miguel, gracias por tus palabras y por seguirme, es todo un lujo para mí!
En cuanto a tu opinión, veo un contraste, dices que nuestra universidad está diseñada bien hacia al emprendimiento en cuanto al desarrollo de competencias, y sin embargo también dices que sus profesores son excelentes en formar funcionarios. ¿qué es lo que falla? entiendo que por tus palabras el error está en la ejecución, y desgraciadamente esto es habitual. De qué vale un buen diseño de nuestra estrategia – en este caso la universidad pública – si luego fallamos en la ejecución.
Gracias por la reflexión!!
José Miguel Méndez
30 agosto, 2017 @ 16:53
Hola Pascual, gracias por responderme.
Este artículo que has colgado en tu blog me parece muy interesante, y a la vez, muy sintomático de algunos de los problemas que arrastramos durante demasiadas décadas en nuestro país en relación a la educación y que, a mi juicio, tiene efectos negativos en nuestra economía y en nuestro sistema productivo. Por este motivo lo he comentado. Y, si me permites, voy hacer alguna aclaración al respecto, e intentar responder la pregunta que me formulabas.
Mi experiencia como alumno en la universidad, en la que he cursado estudios empresariales, viene de lejos, uno ya va cumpliendo años, y por tanto no es representativa. Sin embargo, si intento informarme por gente cercana de los métodos educativos que actualmente se siguen en relación preferentemente a estos estudios.
Es cierto que han cambiado algunas cosas. No obstante, la formación universitaria pública sigue siendo excesivamente teórica, muy enfocada en superar unos exámenes, y desgraciadamente poco más. Los exámenes son necesarios para las evaluaciones, !claro que si!. Pero además, es necesario estimular a la gente joven a poner esos conocimientos en la práctica. Por tanto, como tu me decías, no es que fallemos en la ejecución. Es que la ejecución en este ámbito prácticamente no existe.
¿Cómo es posible que a principios de los noventa, cuando yo me licencie, no exigieran siquiera un proyecto fin de carrera o de licenciatura? Entonces, para qué nos servían aquellos conocimientos. Pues para opositar, o para aspirar a entrar en una gran empresa pública o privada, que era para lo que nos enseñaban. Y, por cierto, es lo que hicieron la mayoría de mis compañeros.
No recuerdo haber oído ni una sola vez en todos aquellos años la palabra “emprendimiento”, ni nada que se le pareciese, en las aulas de la facultad.
La palabra “emprendimiento” la descubrieron algunos a nivel institucional cuando llegó la última crisis, que aún estamos padeciendo. Entonces, cuando la tasa de paro se disparó, pues !todo el mundo a emprender!. Y, como bien sabemos, tampoco es esa la solución.
Hay que generar un entorno de emprendimiento, como comentabas en tu artículo, y eso no se improvisa de la noche a la mañana. Hay que diseñar un sistema educativo, desde la escuela, no ya desde la universidad, basado en la puesta en práctica de los conocimientos. Hay que estimular a los niños desde pequeños a que hagan cosas prácticas, y a que fallen. Por que es el momento de fallar, y de aprender fallando. Que básicamente es la mejor manera de aprender.
A Sara Blakely, fundadora de Spanx, cuando era pequeña su padre le preguntaba a menudo: “¿En qué has fracasado hoy?”. Pero en EE. UU. la cultura empresarial está mucho más arraigada que en nuestro país, por suerte para ellos. Hay que desterrar de nuestra mentalidad ese miedo al fracaso, de iniciar una aventura empresarial y no tener éxito, o dejar una carrera y no obtener un título.
Por tanto, entiendo perfectamente esa cierta desazón que expresas en cuanto a despertar en tus alumnos el interés por crear, por emprender… Es algo cultural, muy arraigado, y por tanto difícil de cambiar. Sin embargo, que una Universidad Pública, como la de Castilla La Mancha, contrate a profesionales con tu perfil, es sin duda una buena señal, y que algo está cambiando.
Pascual Parada
31 agosto, 2017 @ 9:33
Hola de nuevo Jose Miguel, comparto tu reflexión sobre el emprendimiento de aquella época. Yo para aquel entonces estudiaba ingeniería informática, y no recuerdo en ningún momento que algún profesor nos guiara en temas laborales para el terminar los estudios, y mucho menos en temas de emprendimiento. El problemas aumenta aún más cuando alumnos de empresariales no reciben nada de esta cultura.
Como buena noticia es que creo que hoy día si se hacen muchas más cosas, por ejemplo, ADE tiene una asignatura de creación de empresas, y aunque sigue siendo muy teórica y sin aplicación directa, creo que es un buen principio.
Otro ejemplo de cambio es que un grupo de profesores de la UCLM ya pertenecen al proyecto de UCLM Emprende, y este mismo año me llamaron para darles unos talleres de emprendimiento y así transmitirles lo que como consultor privado veo en mi día a día.
Cambios hay, mejoras hay, quizás no sean suficientes, pero se atisba un cambio de actitud sobre todo en algunos profesores que están intentando cambiar cosas. También te digo que ahora que estoy en parte dentro de la universidad, es muy, muy difícil cambiar cierto tipo de cosas.
Gracias de nuevo por tus comentarios.
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