Dirección financiera en tiempos de crisis

Hoy día, la figura del director financiero es sumamente importante dentro de las empresas, puesto que este tiene como responsabilidad mantener una estructura saneada de la empresa permitiendo inversiones a largo plazo que sean generadores de riqueza. Esto hoy día suena casi a cuento chino.

En este artículo os describo ciertas habilidades y acciones que pueden realizar los Directores Financieros de una pequeña PYME, o en su caso, de un emprendedor que esté realizando estas labores.

La principal habilidad de un Director Financiero es la racionalidad. Es decir, fuera de los entornos más negativos, en tiempos de crisis el Director Financiero debe tener una visión a largo plazo para buscar el máximo beneficio con el menor riesgo. Esta habilidad, de igual forma, debe conservar el Director Financiero en tiempos de bonanza. Es decir, racionalidad por encima del clima que opere en el entorno de la empresa, ya sea positivo o negativo. Pero cuidado, esto no quiere decir que el Director Financiero deba obviar el estado del entorno, significa no dejarse llevar por él.

De hecho, los Directores Financieros conservadores son los que mejor atraviesan periodos de crisis, pero también es cierto según mi criterio, que son los que menos beneficios son capaces de generar en tiempos de bonanza. Será vuestra labor buscar el equilibrio.

Otras habilidades que debe tener un Director Financiero son:

  •  Visión a largo plazo, para no perder la visión del negocio a futuro.
  • Liderazgo, para ser capaz de motivar al resto de compañeros de sección y motivarles en el día a día. Esto genera un ambiente de confianza que mejora la eficiencia del equipo.
  • Comunicación. Para transmitir de forma sencilla y coherente los hechos.
  • Trabajo en equipo, para afrontar las situaciones de forma más segura.
  • Negociación, para mejorar contratos y acuerdos con proveedores.
  • Ética, con el fin de no caer en prácticas punibles.

En cuanto a las medidas a adoptar por los Directores Financieros, son las siguientes:

  •  Diagnóstico empresarial. Puesto que no todos los sectores están en recesión, ni todas las empresas, el Director Financiero debe realizar un diagnóstico sobre el estado de su empresa y en el entorno en el que se mueve para poder tomar las decisiones oportunas. En todo caso, una acción que debe ser común es la corrección de las debilidades encontradas.
  • Saneamiento de la estructura financiera. La gerencia de una compañía debe estar centrada en la generación de valor hacia el cliente, y por consiguiente, en la facturación y beneficios. Por este motivo, el Director Financiero debe mantener una estructura saneada para evitar conflictos en este sentido por la gerencia. Para ello es importante que el Director Financiero mantenga, en primer lugar, el patrimonio neto de la compañía como una parte importante de la inversión, y en segundo lugar, el pasivo corriente menor al activo corriente.
  • Mejora de eficiencia a través del balance. El Director Financiero podrá mejorar la eficiencia mediante acciones relativas al balance de la compañía y de eficiencia de activos, como por ejemplo, reducción de activos no corrientes, reducción de existencias, reducción del número de intermediarios (coste del pasivo) y otros.
  • Mejora de eficiencia a través de la cuenta de resultados. Estas acciones son relativas a la reducción de costes, como por ejemplo, la reducción del coste de materiales, la mejora de las condiciones de proveedores por una estrategia de concentración, variabilización de costes fijos o una mejora del organigrama organizativo.

 

Todas estas medidas pueden ayudar a atravesar situaciones de crisis sin duda, de hecho algunas de ellas, si no la mayoría, deberían atenderse en cierta medida antes de la situación de crisis. Por ejemplo, un sistema de análisis de costes es fundamental para las empresas, y para ello, la técnica ABC mejora los costes al eliminar cualquier elemento no generador de valor para el cliente.

Por ejemplo, la técnica de presupuestación de base cero nos permite eliminar costes arrastrados de años anteriores que no terminamos de entender el por qué se producen.

Otro ejemplo siempre de valor es el cuestionarnos los sistemas de organización de nuestras empresas. El mercado laboral está cambiando, y las empresas deben atender estos cambios con mejoras en sus sistemas, es decir, a través de nuevos modelos organizativos en red, por ejemplo.

La pregunta que deben hacerse los Directores Financieros es ¿Cuál de ellas debo implantar? Y la respuesta tiene que estar ligada por el diagnóstico de la empresa y por la estrategia que esté llevando a cabo.

Otra cuestión no menos importante es la Innovación. Los Directores Financieros deben entender la innovación como elemento fundamental de competitividad empresarial. Por ello, deben asumir y entender la diferencia entre coste e inversión que en momentos de crisis económica puede verse distorsionado. Las empresas que apuesten por la innovación serán los líderes del mañana, o como decía el gran Peter Drucker: “Las empresas que no entienden de innovación, no entienden de negocios”.

Un saludo.